![]() |
Un calor importante hacía en la ruta. Yo iba cargando con Godzilla y Godzuki que hacían que sintiese el peso del camino. Godzilla, la mochila grande, carga con las pocas ropas que llevo, algo de aseo personal, la carpa, enchufes para los cuatrocientos mil aparatos electrónicos con la que viaja un nómada posmoderno: cables de cámara de fotos, de ebook, de computadora, de mi celular de Uruguay que lo uso solo como alarma y el bendito cable de la máquina de afeitar que casi ni la uso a la pobre…inclusive el otro día me dije que me iba a afeitar, me miré al espejo y me vi no solo con barba sino que también con el pelo atado y el pantalón verde a rayas que me compré en el mercado de San Cristobal. Me miré de nuevo y vi a un hippie en frente mio ¡Puta madre! ¿cómo no vi venir este destino? ¿cómo es que esta metamorfosis me vino sin aviso? Allí me quedé parado. No me afeité ni me corté el pelo, me dio una especie de culpa porque me hubiese sentido un Michael Jackson poniéndose base blanca en su cara.
![]() |
Odio las selfies. Por eso esta foto de mierda.
|
Disculpe usted querido lector, ahora que lo pienso me parece estúpido ponerle nombre a una mochila. ¿Qué es lo que mierda pasa conmigo? No puedo convertirme en el típico hippie viajero, ese que cierra los ojos y se conecta con la pacha mama y la energía de una roca inerte y sin gracia (por suerte, esto nunca me ha pasado). Puta que lo parió, si algún día me ven abrazar un árbol o yendo a un encuentro Rainboow ¡por favor! Devuelvanme al camino correcto o pegenme un tiro. Gracias.
Bueno, avancemos en el relato porque la estoy durmiendo.
Así, sobre esa solemnidad, posó sus frenos. Tomé mis dos mochilas desnombradas y miré hacia arriba: un camión color amarillo intenso, de esos de trompa vieja de veinte años y las escaleras que comenzaban donde terminaban mis hombros. La perilla comenzó a moverse y la puerta que tenía en frente se abrió. De su interior una cumbia saturada salió y contaminó esa armonía celestial y pude sentir una pausa brusca; una cara cómplice, picaresca y entendedora mostró una sonrisa y me preguntó “¿Mochilero?”. “Pos claro, carnal ¿qué onda?” le contesté en un mexicano muy limpio.
![]() |
Foto no muy original que digamos. Las ruinas de Cobá. |
¿Quiere saber de esa historia? Bueno, espere a mañana que se lo contaré porque sino este post queda muy largo y sería muchísimo más aburrido de lo que es ahora. En realidad ahora que pienso, no conté nada interesante. Que asco. No entre más a este blog, no pierda el tiempo (Igual mañana estará la segunda parte, sin importarme un carajo si usted entra o no).